Sandra Melgarejo. Madrid
El gobierno de Barack Obama está diseñando el primer plan nacional de alzheimer de Estados Unidos, un proyecto del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) que fija una fecha para conseguir formas efectivas de tratar y prevenir la enfermedad de Alzheimer: el año 2025.
Según el informe Impacto social de la enfermedad de Alzheimer y otras demencias, publicado por la Fundación del Cerebro, en Estados Unidos existen alrededor de 4,5 millones de pacientes con demencia tipo alzheimer, de los cuales 200.000 son menores de 65 años, y se prevé que en 2050 la cifra se incremente de 11 a 16 millones de enfermos.
Marcos Llanero, miembro de la Fundación del Cerebro.
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En opinión de Marcos Llanero, miembro del Comité Ejecutivo de la Fundación del Cerebro y uno de los autores del informe, “el alzheimer es un problema de salud pública importante en Estados Unidos por el número de personas a las que afecta, y el hecho de que el Gobierno se preocupe y quiera ponerle remedio, sobre todo en un país donde la sanidad es privada, es una buena señal”.
Sin embargo, con respecto al objetivo marcado para el año 2025, el neurólogo considera que “poner tiempos a la ciencia es complicado”. “Lo importante es que hagan la inversión, después se verá qué tal avanzan los resultados”, comenta Llanero a Publicación Médica de Neurología.
En la misma línea, Samuel Gandy, experto en enfermedad de Alzheimer de la Escuela de Medicina Mount Sinai, ha declarado que “nadie estableció un límite en la en la lucha contra el cáncer o el VIH/sida, se han hecho progresos y sigue la lucha; lo mismo debería suceder con el alzheimer”. Gandy ha indicado que, aunque hoy se encontrara la cura y hubiera dinero para desarrollarla, “los estudios tardarían aún 15 o 20 años en completarse”. Según él,“la mayor esperanza no está en la curación sino en la prevención”.
El plan que desarrolla el comité de expertos del HHS también tratará de establecer las bases para ofrecer una mejor atención a los afectados y para mejorar el diagnóstico, ya que se estima que hasta la mitad de las personas que padecen la enfermedad no han sido diagnosticadas. Otro objetivo será apoyar y entrenar a los familiares de los enfermos y a sus cuidadores.
El informe de la Fundación del Cerebro recoge que, en términos del coste total para la sociedad, en Estados Unidos la enfermedad de Alzheimer se sitúa en tercer lugar, por detrás del cáncer y las enfermedades cardíacas, un cómputo en el que no están incluidos muchos pacientes en fase leve, aún sin diagnosticar. Así, en el año 2009 el gasto directo global anual fue de 97 mil millones de dólares.
Países como Francia, Australia y Corea del Sur ya han iniciado sus planes contra el alzheimer, y otros como Alemania y el Reino Unido están elaborando los suyos. Mientras tanto, nuestro país “va mal” en este sentido, afirma Llanero. Algunas instituciones, como la Alianza por el Alzheimer, piden una estrategia nacional que dé respuesta a las necesidades de los pacientes y sus cuidadores, “pero el Gobierno no se ha puesto en marcha”, lamenta el neurólogo.
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